Salarios bajos y explotación laboral son las constantes del trabajo infantil en Puebla, entidad que ocupa el tercer lugar nacional con mayor número de niños trabajando en condiciones de inequidad laboral, quienes además de enfrentar abusos y maltratos, no reciben pago alguno por su labor.
Puebla junto con Jalisco y el Estado de México, lideran el mayor índice nacional de explotación laboral infantil, según informó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNESCO) en su reporte: “Los derechos de la infancia y la adolescencia en México”.
De acuerdo con el informe, en Puebla 1 de cada 5 niños sufre de explotación laboral, al realizar trabajos por más de ocho horas diarias sin recibir un salario económico y en otros casos solo se hacen acreedores a percepciones en especie, lo que violenta sus derechos.
La población infantil que trabaja en Puebla es de 245 mil niños y niñas de entre 5 a 17 años de edad, lo que se traduce en 15 de cada 100 menores de edad que realizan alguna actividad económica, según se desprende del Módulo de Trabajo Infantil 2009 de la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE).
Según el informe, la mayor tasa laboral infantil del estado se concentra en niños con el 19.2 por ciento, mientras que las niñas ocupan el 10.9 por ciento del total de la población infantil que labora.
La necesidad económica en el contexto familiar es lo que obliga a los niños y niñas a trabajar, revelan los resultados del INEGI, donde se establece que el 61.3 por ciento de los niños que trabajan declararon que en su hogar se necesita de su aportación económica para cubrir los gastos de la casa o escuela.
Sin percepción económica
Más de la mitad de la población infantil que trabaja -62.8 por ciento- no recibe ingreso o su pago es por especie; de los que perciben ingresos, la mitad 54.2 por ciento recibe hasta un salario mínimo que en Puebla es de 56.75 pesos.
Poco más de la tercer parte de la población infantil que labora -34.8 por ciento- recibe entre uno y dos salarios mínimos como pago por su trabajo, es decir, menos de 114 pesos; sólo 11 por ciento percibe más de dos salarios mínimos.
El 47.7 por ciento de los niños que trabajan realizan labores principalmente agropecuarias, un 26 por ciento de los varones son trabajadores industriales, artesanos o ayudantes; en las niñas una tercer parte -30.9 por ciento- son comerciantes o empleadas en negocios establecidos.
La Organización Internacional de Trabajo (OIT) establece que el trabajo infantil daña la salud de los niños y niñas, al poner en peligro su educación, además de que conduce a una mayor explotación y abusos.
Tan sólo en Puebla, 2 de cada 5 niños y niñas que trabajan no asisten a la escuela, 22.6 por ciento están expuestos a riesgos en su trabajo, 24.4 por ciento tienen jornadas de más de 34 horas a la semana y 3.5 por ciento trabajan en lugares no apropiados.
Cabe destacar que la población laboral infantil de Puebla representa el 20 por ciento del total de niños que trabajan en México, cifra mucho mayor que el promedio nacional de 12.5 por ciento.
Normas mínimas en derecho infantil
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) establece que el Estado en su conjunto es el responsable de garantizar y proteger los derechos de la infancia, sin embargo, la realidad dista mucho de este discurso, debido a que los niños son tratados como propiedad y no como seres humanos independientes.
En su artículo 32, la CDN plantea que los Estados tienen la obligación de reconocer los derechos del niño a ser protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
En caso de que los niños se empleen, las instituciones gubernamentales deberán fijar una edad mínima para trabajar, reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo, estipular las penalidades y sanciones.
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