Aunque el avance es significativo, aún es lento el alcance que ha tenido la cultura de aseguramiento en la población mexicana, por lo que representa un reto el poder traspasar la distancia entre el acceso a la protección y el riesgo inminente de un peligro latente.
Si bien las barreras ha enfrentar son complicadas, hoy en día las posibilidades de acceder a la protección y resguardo son de mayor alcance que en antaño, si se considera el crecimiento observado por el sector asegurador en México.
En el ámbito de los negocios y las decisiones, la duda es un factor considerado como problemático, debido al temor que genera el cambio en las personas, es por ello, que el objetivo central es erradicar este miedo si lo que se busca en brindar cobertura total en seguros a la población mexicana.
Una barrera de arranque inicial es la comunicación; el hecho de enfrentar el desconocimiento o ignorancia con la riqueza informativa, por lo que el papel que juegan los medios de comunicación resulta trascendental.
El acercamiento que muestre el sector asegurador con los medios informativos resulta esencial para consolidar la relación con la sociedad, ya que sólo de esta manera, se podrá brindar a la ciudadanía un contexto general de lo que son los seguros en México, su funcionamiento y objetivos.
Lamentablemente la información especializada en negocios y empresas aún continúa mostrando un rezago, principalmente al interior de estados, por lo que el acercamiento del sector asegurador deberá sumar mayor presencia regional con medios, cuya cobertura se limita a un estado, regiones o ciudades.
La realización de talleres dedicados a periodistas, fotógrafos, jefes de información y direcciones editoriales, deberá formar parte de un programa de acción por parte del sector asegurador, así como de aquellos medios que deseen ampliar su cobertura informativa y brindar información que genere al lector mayor riqueza noticiosa para su toma de decisiones diaria.
El tema de los seguros puede ser analizado desde diferentes aristas, si bien una de ellas se desprende desde el tema financiero o empresarial, otro puede observarse en materia legislativa. En este sentido, corresponde tanto a políticos como funcionarios, el promover el tema de seguros y el resguardo de lo que implica la relación asegurador-asegurado, ya que si bien existen avances como la Ley General de Instituciones y Sociedad Mutualistas de Seguros y la Ley sobre el Contrato de Seguro, aún existen deficiencias que deben atenderse para consolidar un mayor y libre acceso en la contratación de seguros.
Por su parte, las instituciones públicas y gobiernos tienen una mayor responsabilidad, debido a la relación directa en servicio público, además que en materia financiera, la falta de cultura en seguros representa un gasto considerable que afecta el presupuesto de un país, estado o ciudad.
De analizar el impacto que tienen los accidentes automovilísticos y desastres naturales, las autoridades podrían implementar esquemas de cobertura en seguros, generando ahorros significativos para las arcas públicas, acción que ya han asumido algunas entidades con la contratación de seguros catastróficos por inundaciones y/o heladas en el campo, como ejemplo.
De consolidar este esquema de seguro a nivel población, los ciudadanos asumirían la responsabilidad que les corresponde por brindar seguridad a sus familias, mediante el beneficio que brindan los seguros de vida, para negocios y automóviles.
Y es que hoy en día ante el clima de inseguridad y cambios climáticos, es necesario proveer a la familia de mayor certeza para su vida diaria, garantizando una estabilidad emocional y material.
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